El 4º Congreso Latinoamericano de Ecología Política logró recoger el espíritu del 3er congreso en Salvador de Bahía (Brasil) de generar sinergias y espacios con actores no académicos, donde la voz de las mujeres de diferentes puntos de vista y diferentes historias colectivas tuviese el protagonismo que siempre ha sido negado.

El énfasis del congreso en Quito estuvo en invitar de forma masiva a colectividades indígenas, campesinas, afro del Ecuador que se encuentran en resistencia frente a megaproyectos extractivos, acudieron alrededor de 150 personas de colectividades al congreso del total de 250 participantes presenciales. Además, se generaron espacios virtuales donde los costes de transporte o la inestabilidad post-pandémica no impidiera la participación desde la casa en los debates del congreso.

Como resultado, el congreso permitió mirar la casa adentro de la ecología política, sus potencialidades y límites, para que el campo no esté solamente circunscrito a quienes se autoadscriban a la ecología política en la academia y las ONG, generando una crítica y autocrítica de dicho campo de discusión, en diálogo con una importante miriada de actores sociales del Ecuador y de Abya Yala, para poder transitar hacia una ecología política autorreflexiva y abierta a diferentes sujetos con los que permanecen diálogos pendientes. 

Acceso a los documentos del manifiesto final y las memorias en: https://4congresoecologiapolitica.org/memorias/